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¿Están Listos para Regresar a la “Normalidad”?

#FreshStartMonday

¡Bienvenidos a #FreshStartMonday!

“Teamwork is the ability to work together toward a common vision. The ability to direct individual accomplishments toward organizational objectives. It is the fuel that allows common people to attain uncommon results.” – Andrew Carnegie

Tras dos años de sobrevivir a una pandemia, pareciera ser que las medidas sanitarias se han relajado a nivel global y vamos en camino a la “normalidad” que tanto hemos anhelado. Prueba de ello es el anuncio realizado por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social el pasado 27 de abril de 2022 donde se informó sobre la desescalada de restricciones derivado al descenso de casos nuevos de COVID-19 en la proporción de pruebas de SARS-CoV-2 positivas y ocupación de camas hospitalarias para cuidado crítico[1].

Este regreso a la normalidad representa un reto para el mercado, ya que en durante el año 2020 y 2021, las corporaciones tuvieron que adoptar nuevas formas de trabajo para continuar generando ingresos. Sin embargo, las empresas están resurgiendo y el entendimiento del mundo post-pandémico implica comprender los desafíos de las fuerzas de trabajo.

A continuación, desarrollamos algunos retos sobre el regreso a la normalidad y de qué forma adaptarlo a las empresas:

  1. Flexibilidad

Dado a los riesgos que plantea que la pandemia evolucione, la flexibilidad en el mundo laboral de las empresas y los comercios no es un concepto nuevo. De hecho, muchas empresas se han adaptado inteligentemente en los últimos años y la flexibilidad ahora es una práctica habitual y una expectativa estándar. La flexibilidad implica un sinnúmero de acciones, como permitir que algunos empleados trabajen a distancia si es posible; reorganizar los espacios de trabajo o crear horarios que permitan trabajar y atender las necesidades del hogar. El valor de la flexibilidad es evidente y los líderes deberán tener en cuenta tres elementos de flexibilidad para satisfacer las necesidades de sus empleados: ¿Dónde se debe trabajar? ¿Cuándo se debe trabajar? ¿Cómo se debe hacer el trabajo?

Adicionalmente implica que para aquellos trabajadores que laboren desde casa, se adapten condiciones mínimas que permitan la continuidad en su trabajo e industria, como las condiciones desarrolladas por la Guía práctica para el teletrabajo durante la pandemia Covid-19 y después de ella, elaborada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).  El enfoque clave será la productividad y los resultados que se quieren lograr, sopesando el efecto de trabajar desde la oficina (tráfico, cultura unificada, fortalecimiento de relaciones, etc.) así como los efectos de trabajar desde casa (separación de casa y trabajo, encierro, cercanía familiar, etc.)

  1. Transformación digital

De la mano con la flexibilidad, la tecnología desempeña un papel crucial en el éxito empresarial. Según reporta PWC, la mitad de los directores generales (Chief Execute Officer – CEO) afirman que tienen previsto aumentar su inversión a largo plazo en transformación digital en un 10% o más. Esto incluye soluciones tecnológicas para apoyar a los trabajos a distancia, análisis de productividad y suites de colaboración que acortan la distancia entre las personas que trabajan regularmente en la oficina y las que trabajan a distancia.

Así también se debe considerar los nuevos riesgos cibernéticos que existen, junto con el fuerte desarrollo de tecnología. Recordando que la mejor seguridad (y también vulnerabilidad) son los usuarios, y que estos necesitan estar muy bien capacitados y conscientes de esta nueva “normalidad” en el escenario tecnológico.

  1. Salud organizacional

La salud organizacional se ha convertido en la capacidad de una empresa en alinear su cultura con sus objetivos estratégicos. Es así como la forma y el momento en que las empresas reincorporen a sus empleados tendrá implicaciones importantes para la cultura corporativa y la confianza de los empleados. Según McKinsey, las empresas con una cultura sólida son mejores, tanto para los empleados, como para los inversionistas ya que ofrecen rentabilidad superior. El hecho es que la pandemia ha cambiado los deseos y necesidades de los empleados, por lo que la cultura también debe adaptarse.

Tras más de dos años de aislamiento, la interacción social con los compañeros de trabajo puede beneficiar enormemente la salud mental y la motivación de muchos y reforzar el sentido de propósito y la conexión emocional con el trabajo. Con la planificación y las precauciones adecuadas, así como con paciencia y flexibilidad, podemos esperar volver a la “normalidad”. Lo importante entonces es tener una visión amplia y entender que el mundo y mercado ya cambió. Meditar y reflexionar sobre las buenas prácticas pre-pandemia y las nuevas desarrolladas durante la pandemia para definir lo mejor de los dos mundos en la medida de lo posible.

 

[1] Las nuevas medidas anunciadas fueron: 1) Eliminación de los aforos establecidos en el marco de la emergencia sanitaria, tanto para lugares abiertos como cerrados; 2) La mascarilla se continuará utilizando en lugares abiertos y cerrados, cuando el municipio esté en alerta roja. En espacios cerrados será obligatoria cuando el municipio se encuentre en alerta naranja o amarilla; 3) se recomienda a toda la población, para evitar contagios, el distanciamiento físico de 1.5 metros, uso de alcohol en gel y lavado constante de manos.

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