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Autodiagnóstico para evitar una posible insolvencia

Al igual que ocurre con la salud, identificar los primeros síntomas de una posible insolvencia y tomar acción antes de que estos se conviertan en una grave enfermedad, es fundamental para evitar consecuencias que pueden ser desastrosas para un negocio y las personas y organizaciones que se relacionan con él (stakeholders).

Con la aprobación de la Ley de Insolvencia[1] en 2022, Guatemala ha dado un paso importante para que, ante una situación financiera retadora, una compañía pueda reorganizarse y seguir operando, en protección de su valor. Esta legislación equilibra los derechos de los acreedores y las necesidades de los deudores en este tipo de situaciones, y regula todo lo relacionado con un proceso concursal, el estado de insolvencia de los deudores, la preferencia ante los créditos y su liquidación, entre otros aspectos.

A la fecha, las autoridades aún trabajan en los reglamentos que volverán operativa esta ley, y que proveerán de más certeza y herramientas a empresarios, inversionistas, y demás afectados por una situación de insolvencia.

Más allá de las opciones en ley que puedan tener las compañías ante una situación de insolvencia, lo mejor es identificar riesgos para administrarlos, y anticiparse a conocer las principales alertas que se deben monitorear para prevenir o agravar una situación así en sus negocios.

Con base en la experiencia de nuestro equipo especializado en insolvencia y recuperación de activos, algunas de las señales de alerta a las que hay que prestarle atención son:

  • Cambios en la situación de liquidez financiera.
  • Disminución de ingresos de manera prolongada.
  • Falta de control sobre la relación entre el total de costos y gastos con respecto a los ingresos por ventas de bienes o servicios
  • Incremento de los niveles de endeudamiento.
  • Aumento de las cuentas por cobrar.
  • Pérdida de confianza por parte de los acreedores.
  • Falta de innovación frente a los cambios del mercado.
Importancia de actuar

Si usted detecta alguna de estas señales, no las ignore. Cuanto más tiempo pase antes de tomar acción, más riesgos tendrá de enfrentar una situación crítica donde el panorama financiero se vuelva posiblemente inmanejable.

La prevención, el tratamiento de las señales tempranas de una insolvencia, y un liderazgo capaz, serán fundamentales para preservar la estabilidad financiera y operativa, y asegurar la continuidad del negocio. Para ello, recomendamos:

  1. Conformar un equipo con las capacidades técnicas necesarias para elaborar un plan que devuelva la estabilidad financiera y operativa al negocio.
  2. Realizar un monitoreo constante del flujo de efectivo. Esto incluye revisar los sistemas de gestión financiera para identificar desajustes de liquidez y anticipar necesidades de efectivo.
  3. Buscar la diversificación de ingresos, con el objetivo de reducir la dependencia de un solo cliente o sector. Esto mitigará los riesgos relacionados con el mercado.
  4. Mantener un estricto control de costos, verificando por medio de revisiones y auditorías periódicas los resultados. Esto también permitirá hacer más eficiente la operación y eliminar gastos innecesarios.
  5. De ser necesario, revisar y renegociar contratos y compromisos asumidos por la compañía, para lograr condiciones más favorables que ayuden a cumplir las metas financieras planteadas.

 

En casos en que la situación ya se ha vuelto más complicada, y son necesarias acciones reactivas, es fundamental actuar rápidamente para:

  1. Elaborar planes de restructuración de deudas. Esto incluirá negociar con acreedores para establecer planes de pago que sean sostenibles para la compañía.
  2. Implementar una estrategia de reorganización interna, que abarque la identificación de áreas ineficientes para realizar ajustes en la estructura organizativa.
  3. Considerar vender activos no esenciales.
  4. Acompañarse de una asesoría especializada en materia comercial, financiera, y legal, con el propósito de participar en el diseño e implementación de un plan integral de recuperación, reorganización y respuesta.

 

La insolvencia puede ser tratada eficientemente si se toman acciones a tiempo. Si alguna de estas señales encendió una luz de alerta respecto a su negocio, no dude en comunicarse con nosotros. Con gusto podremos resolver sus dudas o brindarle una asesoría al respecto.

[1] Decreto 8-2022 del Congreso de la República

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