¿Le encanta ver el resumen de sus canciones más escuchadas a fin de año con el Spotify wrapped? ¿Ya vio Bebé reno (Baby Reindeer) en Netflix? ¿Se ha hospedado en un Airbnb en Guatemala los últimos tres años? Si respondió que sí a una o más de estas preguntas, la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) guatemalteca está interesada en fiscalizar y cobrar los impuestos de estas actividades y otras similares.
En abril, el superintendente de la SAT, Marco Livio Díaz, afirmó que están tomando los pasos necesarios para que Netflix, Spotify, Meta (Facebook e Instagram) y otras aplicaciones de streaming o de ventas en línea paguen el impuesto al valor agregado (IVA). En el caso de Airbnb, también se busca cobrar el impuesto sobre la renta (ISR) que los arrendantes no hayan declarado desde 2021.
La fiscalización de las autoridades tributarias ha aumentado, al igual que la presión fiscal, con el fin de aumentar la recaudación anual. Pero ¿con qué herramientas cuenta la SAT para alcanzar sus objetivos?
La digitalización de la SAT
Según el Plan Estratégico Institucional 2021-2025 de la SAT, uno de sus mayores objetivos es facilitar a los contribuyentes el cumplimiento de sus obligaciones tributarias. Durante la gestión de Marco Livio Díaz, quien dirige la institución desde 2020, la institución se ha centrado en digitalizar y facilitar los procesos fiscales.
Una de las herramientas que han permitido dicha digitalización es la factura electrónica en línea (FEL). En el gráfico 1 se puede observar la cantidad de usuarios habilitados para la emisión de facturas electrónicas. En 2020, había 204 mil emisores. Tres años después, la SAT cerró diciembre con casi un millón, un incremento de más de 752 mil contribuyentes.
Por el otro lado, la Agencia Virtual facilita servicios tributarios, aduaneros, la emisión de la FEL, entre otras funcionalidades. En esta plataforma se realizaron más de 28 millones de gestiones en 2023.
La SAT también ha desarrollado aplicaciones para la elaboración de inventarios y reportes de ISR, traspasos electrónicos de vehículos y herramientas para llenar formularios, entre otros.
Este proceso de digitalización ha sido fructífero para el gobierno. La recaudación tributaria neta en 2023 creció un 7.9% respecto a la alcanzada durante el año 2022. En promedio, la recaudación incrementó un 10% anual entre los años 2018 y 2022.
Según el análisis elaborado por la SAT, esto no se debe solamente al crecimiento económico, sino que sus nuevos programas fortalecen sus esfuerzos de fiscalización y ampliación de la cantidad de contribuyentes que pagan regularmente.
Nuevas estrategias de fiscalización
Así como la SAT ha buscado facilitar el pago de impuestos, otro objetivo de su Plan estratégico es aumentar la recaudación y reducir la brecha del incumplimiento tributario.
En Guatemala, el 2023 cerró con una carga tributaria del 12% del producto interno bruto (PIB). Esto fue un incremento del 0.3% respecto a 2021, que fue de 11.7%. El nuevo gobierno pretende aumentar esta cifra al 13% sin alzar impuestos, lo cual apunta a más fiscalizaciones en los próximos años.
Una de las estrategias que está utilizando la SAT es el nuevo programa de fiscalizaciones electrónicas (Fisel) para obtener información en tiempo real de los contribuyentes y analizar sus datos. Con ello, realizaron 92,488 fiscalizaciones durante el 2023. El 92% de ellas se hicieron en épocas en las que incrementa el comercio, como Semana Santa y durante las fiestas de fin de año.
Gracias al sistema Fisel, en la jornada de fiscalización masiva de diciembre 2023, la SAT consiguió ajustes por Q611.5 millones (US$78.7 millones). Este resultado estuvo un 53% por encima de su meta.
La segunda estrategia se utilizó para escrutar plataformas digitales como Airbnb. Gracias al Decreto 9-2017, la SAT tiene a su disposición la Convención sobre Asistencia Administrativa Mutua en Materia Fiscal firmado con la Unión Europea y países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La Convención le permite a la SAT solicitar información a las autoridades fiscales de otros países y recibir asistencia en el cobro de impuestos. Inclusive, los países pueden utilizar medidas cautelares para apoyar con la recaudación de otros miembros firmantes. Esta cooperación aplica, entre otros, para:
- Impuestos sobre la renta o utilidades.
- Impuestos sobre ganancias de capital.
- Impuestos sobre el patrimonio neto.
- Impuestos generales al consumo, tales como el impuesto al valor agregado o el impuesto a las ventas.
En el caso de Airbnb, la SAT utilizó este mecanismo para contactar a las autoridades fiscales irlandesas. Luego, ellas solicitaron la data a Airbnb y se la trasladaron a la SAT. Así es cómo la SAT determinó que en Guatemala se arrendaron 7,242 inmuebles, unas 254 mil veces, entre 2021 y 2022. Con estos datos, pueden cobrar los montos que consideren que no fueron declarados.
Si su organización opera en distintos países, esta convención también le podría impactar con sus respectivas autoridades fiscales ya que podrían solicitarle información a la SAT guatemalteca para intentar cobrar los impuestos mencionados arriba.
La digitalización es, por tanto, una herramienta que ha facilitado los procesos tributarios para los contribuyentes. Sin embargo, también representa una nueva forma de fiscalización de la SAT por lo que se debe estar preparado en caso de recibir un requerimiento de información.
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