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Cuando escuchamos la palabra auditoría, la primera reacción suele ser de nerviosismo. Si al lado ponemos la palabra fiscal, la tensión suele subir de nivel. El miedo es una reacción natural cuando nos falta información sobre algo. Por tanto, si llevamos un buen control de nuestros negocios, deberíamos mantenernos tranquilos y aprovechar esas ocasiones para evidenciar que cumplimos con todas nuestras obligaciones fiscales.
Las fiscalizaciones de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) han aumentado en años recientes en toda Guatemala. Un ejemplo son las que realizaron a finales de 2024, donde las autoridades destinaron a 250 auditores para hacer 32 mil 600 revisiones. En 2023 habían hecho 28 mil en las mismas fechas.
De acuerdo con la autoridad tributaria, también han mejorado la eficiencia del uso de la tecnología, lo que les da mayor control sobre los movimientos de los contribuyentes. Esto ya debería ser razón suficiente para fortalecer los controles internos y estar siempre preparados. Pero hay más razones.
Normalmente, cuando la SAT visita a un negocio y encuentra algún incumplimiento o inconformidad, da un plazo de tres días para cumplir con los requerimientos. Por tanto, ante el breve espacio para presentar la información solicitada, es importante estar preparados para:
- Reducir riesgos: detectar y rectificar posibles fallos o incoherencias antes de que la SAT los detecte.
- Salvaguardar tiempo y materiales: optimizar el procedimiento de auditoría al disponer de toda la documentación estructurada y al alcance.
- Potenciar su reputación de cumplimiento frente a la SAT: mostrar un elevado grado de cumplimiento fiscal y transparencia.
Anticipando una posible auditoría fiscal, hemos preparado esta guía para que usted y su equipo estén preparados en caso de que les visite un auditor.
La preparación es la clave
La legislación fiscal guatemalteca se caracteriza por sufrir de cambios frecuentes. Por tanto, debe contar con un equipo contable que conozca perfectamente las leyes tributarias y esté en continua formación y actualización profesional.
A continuación, compartimos algunos consejos que le ayudarán a prepararse para el día que el personal de la SAT llame a su puerta.
1. Tenga claros todos los impuestos con los que debe cumplir:
- Determine bien los tributos con lo que su compañía debe cumplir según su sector, tamaño y ubicación geográfica. Estos pueden ir desde el Impuesto Sobre la Renta (ISR) o el Impuesto al Valor Agregado (IVA), hasta los impuestos especiales como el de distribución de bebidas, o los tributos municipales.
- Asegúrese que las obligaciones fiscales se calculen correctamente y se implementen las deducciones y créditos tributarios pertinentes.
2. Organice bien la documentación:
- Es fundamental que cuente con un sistema de archivos digitales y físicos bien estructurado.
- Mantenga accesibles y en buen estado todos los documentos vinculados con las actividades de la compañía. Asegúrese que las facturas, anotaciones de crédito, recibos de pago, acuerdos, entre otros, están siempre localizables para entregarlos a la SAT de ser necesario.
3. Realice auditorías internas:
- Defina procesos precisos y breves para la administración de las responsabilidades fiscales.
- Evalúe constantemente sus procesos para detectar y rectificar cualquier fallo o incoherencia.
- Concentre sus esfuerzos en áreas de la compañía como contabilidad, facturación, inventarios y salarios.
- Al detectar cualquier error, ejecute las acciones correctivas lo antes posible.
4. Nunca ignore una visita:
- En caso de recibir una visita de la SAT, mantenga la calma, facilite el proceso de fiscalización, entregue todo lo que se le requiera y guarde un registro de todo el procedimiento y de los documentos que entregue a las autoridades.
- Ignorar una visita o un requerimiento de la SAT puede tener grandes repercusiones, inclusive penales. No se descuide y atienda a los auditores. Si tiene alguna duda, asesórese con expertos.
Por último, mantenga una diálogo permanente y transparente con los auditores de la SAT. Esto permitirá construir una relación de confianza que facilitará la solución de problemas. Incluso la buena fe y la colaboración podrán traducirse en extensiones de tiempo para satisfacer las necesidades de información que requieran, especialmente en casos que involucren grandes volúmenes de documentos.
Si necesita asesoría en este tema o tiene cualquier duda al respecto, no dude en contactarnos.
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