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Proteja su marca del contrabando y las falsificaciones

La mayoría de las investigaciones y narrativas sobre el ataque al contrabando y la defraudación aduanera se centran en cuánto dinero dejó de recaudar el fisco. Pero existen problemas relacionados con la protección de marcas o los riesgos en la salud del consumidor, que también deben ser atendidos.

De acuerdo con las cifras de la Comisión Interinstitucional para la Prevención, Combate a la Defraudación Fiscal y al Contrabando Aduanero (Coincon) de Guatemala, durante 2024 se ejecutaron 2 mil 224 operativos que resultaron en 2 mil 072 decomisos y en 27 denuncias por defraudación que ascendían a un valor de Q74.8 millones (US$9.7 millones).

Esos números representan solo una pequeña parte del total de este mercado fuera de la ley, lo que muestra que el problema del contrabando está muy lejos de acabarse y va mucho más allá de una cuestión de evasión.

¿Alguna vez ha visitado un mercado o ha visto un picop cargado de huevos, pollo, lácteos, aceites comestibles, granos e incluso medicinas, a precios sospechosamente bajos?

No se trata de magia o de grandes ofertas, probablemente se trate de productos de contrabando que ingresaron al país desde México. Quizás allí fueron comprados legítimamente, pero ingresaron a Guatemala por puntos ciegos en las fronteras, sin pagar impuestos y llegaron a su punto de venta sin ningún tipo de control. Eso quiere decir que los consumidores que adquieran esos productos fuera de los puntos de venta oficiales, a precios más bajos de lo habitual, posiblemente estén comprando artículos de contrabando.

Además, podrían estar comiéndose un yogur que lleva días al sol o un pollo que estuvo más de 12 horas en la palangana de un carro sin refrigerar y a la intemperie. Por tanto, lo que buscaba ser un ahorro para la economía familiar, podría convertirse en un alto costo para la salud.

Adicionalmente, este problema afecta a las productoras originales, puesto que su marca puede salir en la etiqueta del producto deficiente, lo cual impactará su reputación y podrá generar reclamos. Ya que, si algo malo ocurre, las denuncias irán contra la marca productora y no hacia la persona que introdujo el producto de forma ilegal o lo vendió en el mercado sin cumplir con los estándares sanitarios.

Del contrabando a las falsificaciones

Situémonos ahora en una de las calles más conocidas y transitadas del centro histórico de la Ciudad de Guatemala. Una vía con muchos comercios, que destaca por su cercanía al Palacio Nacional y al Ministerio de Gobernación.

Seguro que se ha fijado al caminar por ese lugar en las vitrinas repletas de los últimos modelos de zapatillas o ropa de reconocidas marcas a precios muy inferiores a los que portan las etiquetas de esos mismos productos en otras tiendas. Incluso de algunas que se encuentran a la par.

Esto es solo un ejemplo, y esa situación se puede vivir a lo largo y ancho de todo el país. Pero sirve para ilustrar la transición del contrabando a un modelo todavía más lucrativo: las falsificaciones.

Es importante destacar que aquí el delito ya trasciende de lo tributario y se amplía a cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual. Pese a la gran cantidad de falsificaciones que se ven en Guatemala, de acuerdo con las cifras de la Coincon, las acciones relacionadas con la propiedad intelectual durante 2024 apenas fueron 82.

Este tema es uno de los que Estados Unidos ha señalado en su Informe de Estimación Nacional de Comercio 2025 sobre barreras al comercio exterior, que se utilizó para fijar los aranceles a los diferentes países recientemente.

Concretamente, destacaron las acciones limitadas e inadecuadas e instaron a Guatemala a “reforzar la aplicación de la ley, incluso en lo que respecta al enjuiciamiento penal, las acciones administrativas y fronterizas, y la coordinación intergubernamental para hacer frente a la piratería generalizada de derechos de autor y a la venta a escala comercial de productos falsificados”.

Pero el contrabando y las falsificaciones aún pueden ir un paso más allá y no solo engañar al consumidor, a las marcas o al fisco. También pueden poner en riesgo la vida cuando hablamos de alimentos, medicinas, tabaco o alcohol adulterado De acuerdo con el informe citado anteriormente, el problema llega hasta el uso ilegal de señales de cable e incluso al propio Gobierno, con el uso de software sin licencia.

Así que, si es consumidor, no arriesgue su vida y la de su familia por ahorrar un poco de dinero. Y si es productor o comerciante, denuncie. Eso le ayudará a proteger su producto, su marca y su reputación, algo fundamental para que su negocio sea sostenible y rentable en el tiempo.

Si necesita asesoría en este tema o tiene cualquier duda al respecto, no dude en contactarnos.

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